Haciendo Magisterio

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miércoles, 11 de enero de 2017

BIBLIOTECA COMUNAL DE MANGOMARCA,
PUERTA A LA SUPERACIÓN.
Heli Ocaña Alejo
Enero 2017

En medio de información vergonzante de hechos de corrupción que recorren las arterias del país involucrando a peces gordos; me embarco rumbo a Mangomarca, animado sobre todo por mi conciencia y búsqueda de esperanza.
Llegar a la comunidad no es fácil, pero tampoco está muy lejos. En mi paso voy dejando el ruido ensordecedor del centro de la Lima cuadrada, para luego arribar a una comunidad ordenada, limpia y segura. La comunidad ubicada en el margen derecho del río Rímac muestra tranquilidad. Claro, es una “ciudad dormitorio”, me había explicado mi interlocutor de la ruta. No le faltó razón. 
El origen de esta comunidad se remonta a los pre incas. La palabra “mancu marka” significa “señores del pueblo”. Este dato me lleva a pensar en una colectividad integrada, con valor histórico y cultural. Es decir, tienen un rico pasado histórico.
La comunidad está asentada en un medio geográfico rodeado de columnas infranqueables de cerros rocosas, haciendo una especie de media luna. Por su ubicación, no están amenazados de huaycos ocasionales. Su actual nivel de desarrollo obedece a una vida comunitaria comprometida de sus miembros, donde resalta el trabajo colaborativo de sus 4 sectores más importante rememorando su identidad histórica. La articulación social es su mejor escuela a compartir como una buena práctica comunitaria.
Manifiestan los pobladores, que hace 35 años que empezaron a organizarse para enfocarse al futuro, convencido que el mañana se construye con unidad, creatividad y mejora continua. Son conscientes que la vida colectiva les hace fuerte y mejores, ademas de permitirles ser reconocido, valorado y respetados. Comentan con orgullo que, en 1981, apenas recuperado la democracia, se organizaron para hacer realidad sus proyectos. El gobierno les donó cemento y ladrillos; y la comunidad cedió su terreno y puso mano de obra para construir ambientes para el jardín de niños, la biblioteca y local comunal.
La creación de la Biblioteca fue un acertado proyecto cultural que el gobierno de Fernando Belaúnde financió para iniciar su funcionamiento. Miriam Del Carmen Fuentes Paz Vergara, popularme Pochita, es quién trabajó desde sus inicios como promotora bibliotecaria. El Ministerio de Educación asumió la responsabilidad para garantizar el presupuesto para la remuneración; el Ministerio de Cultura aún no existía. La Biblioteca Nacional dependía del sector Educación.
En mi visita, al ingresar al ambiente de la biblioteca, encontré niños pintando, leyendo libros, revisando revistas, tocando guitarra, jugando ajedrez y conversando en voz baja para no interferirse entre ellos. Los usuarios mostraron satisfacción de la labor de pochita, lo expresaron en medio de la improvisada recepción que me hicieron, además de exponerme los problemas que enfrentan con respecto al futuro de dicha casa cultural.
Julio Huamaní - presidente del comité de Mangomarca, manifiesta que la comunidad pretende ser "modelo de desarrollo cultural". Leo un letrero en la pared de la biblioteca "Solo los pueblos que leen son dignos de la libertad". Julio acentúa que buscan motivarse para leer más y comprender mejor la realidad, para contribuir en el desarrollo nacional. Por sus expresiones de profundo significado no me quedó más que felicitarlos por su compromiso con la cultura, la información y el conocimiento. Entusiasmado me informan que en los siguientes días aplicarán simulacro de pruebas de ingreso a las universidades públicas. Consideran que así incentivan a los jóvenes a la profesionalización. Los ambientes de la biblioteca serán escenario de dichas iniciativas con el apoyo de docentes universitarios de la comunidad, además de talleres de teatro, de poesía y creación literaria. Es decir, saben sacar provecho de sus ventajas para motivar e innovar la formación y estudio de sus jóvenes. Vivir en comunidad tiene un valor muy significativo.
Después de interesantes informes, paso a oír el lado opuesto de la noticia, que me genera preocupación y desconcierto. La directora del Jardín de Niños, centro al que se le incorporó a la biblioteca para brindarle el presupuesto, está empeñado para que la trabajadora de la Biblioteca se ponga a su absoluta disposición; quiere decir, la señora Pochita pasaría a atender en la biblioteca del Jardín de Niños abandonando la función social que hasta hoy cumple en la biblioteca comunal.
Si ese acto se concreta con fines más administrativo que culturales, perdería la comunidad y la juventud. El trabajo de la bibliotecaria se reducirá a los niños de 3 a 5 años de edad con horario restringido, no niego su gran valía; pero extraoficialmente se sabe que la UGEL pretende declarar excedente la plaza de auxiliar de bibliotecas para reubicar a otro centro educativo. Esa acción administrativa afectaría directamente a los fines y objetivos para el cual fue creado dicha biblioteca, afectando directamente al desarrollo cultural de la comunidad. Quiero equivocarme y apelo a la comprensión de las autoridades.
Espero prime la cultura antes que la tentación administrativa. Los funcionarios de la UGEL 5, la Dirección Regional de Educación de Lima Metropolitana y el Ministerio de Educación tienen la palabra. Desde la Dirección Técnica del Sistema Nacional de Biblioteca y la Biblioteca Nacional del Perú haremos lo que nos corresponde: sensibilizar para inclinar la balanza a favor del conocimiento, la investigación y la información.
El pasado 22 de diciembre conversaba con los encargados de la Dirección de la Promoción del Libros y la Lectura del Ministerio de Cultura, ellos opinan que las Bibliotecas Escolares deben convertirse en comunales, para atender con horario más allá de lo escolar, incluyendo servicios a la comunidad. Es una importante idea y ya es tiempo.
Estoy convencido, la biblioteca es un centro de recursos de aprendizaje que debe llegar a la comunidad sin enclaustrarse a las cuatro paredes de la escuela; hecho tan criticado por José A. Encinas, José M. Arguedas, Luis E. Valcárcel y todos los que promueven una educación integral e integradora. Es importante reparar en la aplicación de las políticas de inclusión social, interculturalidad, el desarrollo humano y la democracia que hoy se promueve.
Fue motivador visitar la biblioteca Comunal de Mangomarca, incluyendo la granja de conejos, la producción frutícola, el proceso de producción del humus, y toda una acción laboriosa que hace la organización para inculcar a sus hijos en la rica tradición agropecuaria, identidad laboriosa y motivar en la investigación.
La biblioteca comunal Hellen Keller de Mancu Marca es una joya en medio de los problemas del distrito más grande de Lima, San Juan de Lurigancho, que este año cumple sus 50 años. Con ese motivo, luego de la reunión sostenido conmigo, los líderes comunales parten a otra similar con las autoridades de la municipalidad, aspirando a tener un espacio privilegiado en las Bodas de Oro para exhibir todo su saber comunal.
Desde el carro, retorna el presidente para invitarme ser miembro honorario de su biblioteca, me recuerda que se conmovió con mis palabras. Sonreí y respondí, soy militante de la cultura, el único camino de la esperanza. 

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