DÍA DEL OBRERO, LA LUCHA ES INDETENIBLE
Por: Heli Ocaña
El neoliberalismo, es un modelo económico
superior de explotación a los trabajadores y promotor del consumismo
desenfrenado. Es una fuerza política, económica, jurídica y cultural que se
impone por todo el mundo, apoyado por los gobiernos proclives al gran capital, respaldados
por los grandes medios de comunicación, el establishment político, el
imperialismo norteamericano, y sus instrumentos económicos como el Banco
Mundial, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Inter Americano de Desarrollo,
entre otros. Es decir, tienen a su servicio poderosos músculos de la barbarie,
para condicionar los destinos de los pueblos, fortalecer el capital privado a
costa del desprecio a la vida humana y de los trabajadores.
Este modelo perverso, llamado
“capitalismo salvaje”, es un sistema de amordazamiento y explotación de los
trabajadores, porque reduce sus derechos, anula o reduce las vacaciones, incrementa
las horas de trabajo, impone salarios
precarios y desiguales a igual trabajo desarrollado, incorpora sistemas de
contrato sin beneficios de compensación por tiempo de servicios ni pensiones
dignas, no garantiza condiciones decorosas de trabajo con seguridad y cuidados
de la salud, no promueve actualización y capacitación al trabajador, legaliza
los despidos protegiendo a los empresarios, impide el derecho a la organización
y sindicalización, y cuenta con una legislación y administración de justicia
proclive al capital e interés del poder económico.
Esta realidad económica injusta de carácter
histórico y estructural, precariza la situación de los obreros, y obliga enfrentarla
de manera organizada. Los
antecedentes históricos de la lucha de los trabajadores son aleccionadores, como
el de la lucha de los mártires de Chicago, las grandes huelgas de los
trabajadores de Europa, los movimientos populares de Centro América, y los
grandes movimientos anarquistas, socialistas, estudiantiles y sindicales de América
Latina y el Perú, de las primeras décadas del S. XX, que lograron la jornada
laboral de ocho horas. En síntesis, en memoria de esas grandes luchas, el 1°
de Mayo se celebra el día del obrero, como reconocimiento al sacrificio y la
lucha heroica de millones de trabajadores del mundo, que obligaron a los Estados,
reconocer el derecho a las 8 horas de trabajo.
Los trabajadores que se organizan y luchan
solo por objetivos reivindicativos, pierden el sentido de lo estratégico, y ninguna
reivindicación será completa si llegamos a la autocomplacencia con la atención
de exigencias parciales y coyunturales; los grandes cambios sociopolíticos que
generen bienestar para todos, solo serán posibles con la lucha articulada entre
las organizaciones de los trabajadores y el pueblo para lograr democracia
plena, una nueva constitución política del Estado, una nueva justicia y
regeneración moral con sanción ejemplar a los corruptos, una mayor inversión en
salud y educación, una seguridad social universal y condiciones dignas de
trabajo para todos, desarrollo descentralizado y articulado, soberanía sobre
nuestros recursos naturales para poner al servicio de la nación, independencia nacional,
Proyecto Nacional de Desarrollo y un gobierno de ancha base que represente los
verdaderos intereses de las grandes mayorías.
Que la coyuntura no nos impida mirar
el largo plazo y la necesidad real de grandes cambios que todos queremos. Que
la crisis no lo paguen los trabajadores, que lo paguen los ricos que se
beneficiaron de este modelo injusto.
¡Unidad de los trabajadores por una patria nueva, humanista y solidaria!
¡Respeto a los derechos de los trabajadores!
¡Por una economía justa y solidaria!
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