Haciendo Magisterio

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domingo, 26 de abril de 2020


EL DESAFÍO DE LA EDUCACIÓN A DISTANCIA

Prof. Heli Ocaña Alejo

El trabajo remoto alejó al docente del espacio físico de la escuela; la emergencia sanitaria provocada por la pandemia del COVID-19 obligó asumir medidas extremas; condicionando a los agentes educativos a construir una nueva relación a través de las redes de comunicación distintos a lo tradicional, para el cual, no estuvieron preparados los maestros ni los alumnos, menos los padres de familia. No podemos negar, que esta situación, ha llevado a niveles de estrés a todos. Los relatos de las experiencias que se comparten por las redes son inspiradoras y otras de alta preocupación.
El nuevo escenario de aprendizaje al que hemos ingresado es una verdadera combustión para todos los sujetos de la educación. Lleva a romper paradigmas sobre la concepción del aprendizaje y la escuela. Hace que el docente venza las debilidades de su formación, la carencia de las actualizaciones vinculados a las TICs y la necesidad de una nueva visión de la practica educativa usando las redes virtuales y todas las herramientas comunicativas, que en adelante se harán más efectivas como fruto de su superación. Además, en estas condiciones, es vital el buen manejo de las emociones y el desarrollo de una ciudadanía activa para una comunicación afectiva y efectiva.


El rol del docente está en escrutinio público. Si por definición, el docente es organizador y dinamizador del aprendizaje, ¿Cuánto de ellos es posible y qué está logrando?, se debe tener presente que, en esta educación a distancia, los alumnos están evaluando el trabajo de su maestro, lo que nos exige repensar, reajustar, mejorar e innovar las prácticas pedagógicas a partir de una evaluación rigurosa, participativa y colegiada. En esa línea de ideas, ¿El docente estará generando esa motivación intrínseca que el alumno necesita para desarrollar las actividades que permitan construir sus aprendizajes significativamente?, ¿Los contenidos y los recursos educativos son pertinentes para el grado?, ¿Las actividades son retadoras para llevar a al alumno a desarrollar su zona de desarrollo potencial del que nos habla Vigotsky?, aún es imposible dar respuestas validadas, sería un craso error y además, es tema de los especialistas; pero por las notas publicadas por algunos docentes sobre sus primeras experiencias, son luces y sombras, que testimonian el esfuerzo y la impotencia de las familias frente a una responsabilidad para el cual no estuvieron preparados. Pues los padres tienen que asumir uno de sus roles más importantes, el de ser educador con respecto a sus hijos. Se tiene que acabar con la creencia social de que la escuela es la única encargada de la educación. Leer a Freire, nos ayudaría a comprender mejor esta realidad. Por otro lado, el reto de los docentes es manejar cada vez mejor las plataformas digitales que les permita usar con eficiencia estos entornos virtuales, sobre todo para las zonas rurales, donde las condiciones son precarias, y la brecha digital es mayor. No podemos soslayar que la globalización neoliberal, pregonada como desarrollo, ha desnudado nuestra realidad, porque, solo priorizó la ganancia fácil antes que la inclusión de vastos sectores tradicionalmente excluidos: Zonas alto andinas y amazónicas. 

¿Cuál es el impacto de este proceso de la educación a distancia?, siendo un programa de emergencia, presenta una serie de deficiencias y problemas, errores que obligan aprender; pero también permite dar grandes pasos cualitativo en la educación, la cultura y la comunicación. La educación a distancia no solo se limita a lo virtual (Uso redes vinculadas al internet), sino, también es radial, televisiva, por teléfono y otros canales alternativos locales, que pueden incluir hasta entrega de guías, textos y cualquier otro material impreso. Hay experiencias en el país y América Latina para sacar lecciones y buenas prácticas. En síntesis y en perspectiva, significa una etapa de interacción entre ciudadanos digitales y migrantes digitales, que está obligando a los docente a reinventarse, y promover en los estudiantes el desarrollo de sus competencias digitales, regular su tiempo y disciplina, reforzar el aprendizaje autónomo, ser capaz de tener autocontrol y manejo de sus emociones, promover la integración y organización de la familia, regular sus habilidades blandas en contextos de crisis y prepararle para enfrentar los problemas de la vida en un mundo cada vez más dinámico y cambiante.  

¿Cómo se está implementando la educación a distancia? La experiencia es de emergencia, su aplicación linda entre lo novedoso y lo conocido, entre la anarquía y la dispersión, entre la improvisación y el reajuste en el proceso. No podía ser de otra manera. Hay un énfasis en lo pedagógico con una infaltable burocracia controlista que obliga a los docentes invertir mucho tiempo en el llenado de informes de dudosa importancia. Un aplicativo en línea con datos relevantes evitaría la pérdida de tiempo. El MINEDU tiene recursos financieros suficientes para implementar el proyecto, y es tiempo para estar cerca a los docentes capacitándolos y reforzándolos.
Este proceso también exige que se reajusten los contenidos curriculares con criterios de contextualización, flexibilización y priorización de las capacidades a desarrollar, debe imperar el criterio de la calidad de los aprendizajes con un calendario educativo flexible, materiales y recursos educativos adecuados y una comunicación empática entre docentes y padres de familia. La población rural, que reporta el mayor ausentismo escolar, necesita estrategias de atención que vaya articulado con los programas de alimentación y entrega de bonos del programa juntos. En esencia y en tiempos normales, la educación a distancia para alumnos de educación básica debe ser complementaría a la presencial, diferente a la educación superior que tiene otro nivel de experiencia e implementación. El éxito en su modalidad actual solo será posible si va acompañado de procesos de capacitación, actualización docente y monitoreo empático; pero también es urgente que se masifique los servicios de comunicación virtual, se construyan comunidades y redes digitales que ayuden a los docentes a interactuar con sus pares como estrategia de superación. El Estado debe asignar recursos económicos para desarrollar un programa de alfabetización digital para los sectores sociales de mayor brecha digital y los líderes comunales. Esta acción es válida para la educación en todas sus formas y momentos.


¿Cómo está la infraestructura de Internet? La conectividad de internet de alta velocidad a nivel nacional es una necesidad de extrema urgencia, según los datos estadísticos, Lima, las zonas urbanas y la costa, son las que mayor porcentaje de conectividad muestran. Para superar esta brecha es urgente que se ejecute el proyecto para conectar a la red dorsal de fibra óptica con banda ancha para 21 regiones del país, el mismo que debería haber estado listo para el 2019. Es un proyecto que busca conectar a la red a 7100 instituciones educativas, y ojalá que los atrasos sean superados. Actualmente son tres las regiones con proyectos concluidos: Ayacucho, Huancavelica y Apurímac, y los próximos serán Lambayeque y Cusco; lo que permitirá integrar a 2065 instituciones educativas, y entregar 433 490 tabletas para los alumnos. La conclusión del proyecto incrementará el número de instituciones educativas con conectividad; actualmente solo el 29% de ellas cuentan con línea de internet. La celeridad se hace urgente, sobre todo, cuando se decidió implementar la educación a distancia durante el año lectivo 2020. El MTC tiene la responsabilidad, pero también debe incluir la construcción de paneles solares con energía saludable en las escuelas alejadas. Es tiempo que la descentralización se haga efectiva para garantizar la presencia y atención del Estado empezando por las zonas de frontera, andina y amazónica, y ¿los gobiernos regionales tendrán planes al respecto?, es tiempo que se articulen. Veamos los datos del INEI, son reveladoras.

 ¿Cómo están las niñas y niños? Los alumnos están asumiendo una nueva manera de relacionarse con sus pares y maestro. Para ellos, es una oportunidad inmejorable que les permite desarrollar competencias digitales que garanticen sus aprendizajes; es tema de oportunidad y acceso. Las condiciones de aprendizaje en casa para nada se parecen al de la escuela, la motivación del alumno para aprender no es igual, pero ¿Cómo lograr esa motivación intrínseca que permita al estudiante construir su aprendizaje con autonomía?  Es reto del docente seleccionar actividades estimulantes y retadoras, que comprometa a los miembros de la familia, para que el niño no se sienta solo ni distante del sistema educativo.

Pero en esta relación de los agentes de la educación, amerita preguntarnos ¿A quiénes extrañan los niños, los padres de familia, los docentes y los directivos y el aparato administrativo del sector educación?, Los niños extrañan a sus pares y maestros, pero saben que no habrá un pronto reencuentro; los padres de familia y los directivos también extrañan a los maestros. Mientras tanto el docente se reinventa en medio de un proceso de conflicto cognitivo, aprendizajes y temores para asumir su responsabilidad en medio de largas e interminables jornadas de trabajo que nadie los reconoce. En estas condiciones, los estudiantes tienen que entender la realidad, adecuar su tiempo, espacio, costumbres, priorizar sus actividades y uso de los recurso de aprendizaje en un proceso de negociación familiar. No es poca cosa.

¿Cuál es el futuro de la educación a distancia? No cabe duda que las bondades de las TICs estaban desaprovechadas y han llegado para quedarse, por lo menos en los sectores con accesibilidad, pero por ningún motivo será una plataforma para reemplazar a la escuela en su modalidad presencial. Por lo menos en la educación básica seguirá siendo complementaria, mientras que en la educación superior ya cuentan con programas mixtos y otras totalmente virtuales. La ventaja informativa que ofrece el internet es ilimitada, igual oferta tiene para acceder a plataformas virtuales o construcción de aplicativos de acuerdo a la necesidad. El sector privado se insertó mejor, y la pública lleva un largo atraso. El Estado tiene la responsabilidad de promover su generalización para fortalecer la educación y la cultura, con regulación de los medios televisivos y radiales, promover la investigación y el desarrollo tecnológico. 
Lo que viene en adelante es una variedad de experiencias y ofertas de muchas organizaciones e instituciones, que el Ministerio de Educación debe centralizar para articular y orientar mejor su servicio, para que los docentes tengan una oferta organizada aplicables en su trabajo pedagógico; pero también obliga reorganizar y fortalecer la institución educativa donde haya más libertad para la innovación y la creatividad, antes que el simple control y dependencia burocrática.  Las organizaciones de la educación harán suya sus bondades y deberán hacer parte del proyecto educativo nacional, proponiendo un presupuesto suficiente que respalde su implementación para la instalación de infraestructura, desarrollo de las capacidades y construcción de plataformas educativas vinculado a los procesos educativos.


A modo de conclusión:
  1. La educación, la salud y la seguridad social deben ser parte de las políticas públicas que aseguren el derecho de la población con criterio de inclusión y equidad. Necesitamos un nuevo modelo económico y contrato social que regule esta necesidad, donde el Estado tenga un rol de dirección y control de los sectores estratégicos del desarrollo nacional.
  2. La educación a distancia es una modalidad complementaria a la presencial, el desarrollo en emergencia es propio de un año atípico. El uso de las redes virtuales, la televisión y la radio necesitan ser reguladas.
  3. El retorno a la educación presencial, “normalidad”, no debe significar imponer criterios de responsabilidad de la educación virtual desde el aula, salvo para hacer reforzamientos con buen criterio del docente. De existir un programa, debe significar un nuevo presupuesto y contratación de nuevo personal.
  4. La capacitación en manejo de las TICs para docentes y alfabetización informacional para la población debe ser política pública. Debemos avanzar al desarrollo de la ciudadanía digital y activa.
  5. El Estado debe promover que el proyecto de instalación de internet de banda ancha a nivel nacional se concluya, incluyendo la construcción de paneles solares de energía saludable en zonas alejadas y de frontera. Los costos de internet deben ser social.
  6. La inversión en educación no debe ser inferior al 6% del PBI, que permita mejorar la infraestructura educativa, el equipamiento, los ingresos de los maestros, alimentación y salud escolar.
  7. Debemos evaluar y reajustar el currículo educativo priorizando la calidad, pertinencia y relevancia de los aprendizajes, antes que la cantidad de horas. Es clave incorporar nuevos contenidos vinculadas al área formativo y de ciudadanía.
  8. Se debe suspender todo proceso de evaluación a docentes y alumnos, priorizando la actualización y manejo de habilidades blandas para una buena convivencia y salud mental.
  9. Construir redes de comunicación virtual dinámica que comprometa a actores nacional, regional y locales con capacidad de tener una mayor cobertura. (MED, UNESCO, CNE, GORE, Municipalidades, FONDEP, DM, CAFAE, Sectores privados y ONG)
  10. Se debe evaluar a las instituciones educativas privadas y establecer criterios mínimos de calidad que permita asegurar el aprendizaje de los estudiantes. Es importante la intervención del Estado para asegurar el interés superior de los alumnos para garantizar su derecho a la educación.
  11. Que los docentes cuenten con una herramienta tecnológica con conectividad gratuita. Debe ser política del Estado brindar una laptop con programas y contenidos educativos actualizados.


“No será posible una mejor educación si solo nos dedicamos a abordar las dificultades para justificar los imposibles de la educación a distancia como si eso fuera la meta a lograr. El caos es una oportunidad, quién logre coger sus lecciones estará en la capacidad de transformar.”

Bibliografía:
Proyecto Educativo Nacional - CNE
Orientaciones del año académico 2020


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