Haciendo Magisterio

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jueves, 27 de julio de 2017


SINDICALIZACIÓN, DERECHO Y GARANTÍA PARA LOS TRABAJADORES

Heli Ocaña A.


Las leyes regulan el derecho de sindicación, huelga y negociación colectiva. Lamentablemente en el Perú, el Estado no ha regulado, y tampoco protege al trabajador para hacer que ese derecho sea implementado en una relación armoniosa entre las partes, sobre todo orientado a mantener un clima de paz y tranquilidad. (Leer en https://redaccion.lamula.pe/…/se-respeta-la-li…/jorgepaucar/)
La implementación del modelo económico neoliberal a partir de los 90 del siglo pasado se hizo bajo la salvaje desregulación laboral. La venta de empresas del Estado y la quiebra de muchos otras públicas o privadas, llevó a la merma de la organización de los trabajadores y a la liquidación de muchas de ellas. A esto abonó el terrorismo de Sendero Luminoso que dio pretexto para que el fujimorismo persiga a todas aquellas personas que significaban oposición. Para dicho propósito aprobó y se valió de leyes como el de apología al terrorismo, la ley del arrepentimiento y la colaboración eficaz.
Con la ley del arrepentimiento y de colaboración eficaz, los sediciosos capturados, enlodaban a luchadores sindicales, populares y políticos de organizaciones de izquierda, con el afán de protegerse amenguando la pena (A un dirigente sindical del SUTEP Ancash le llevaron preso por 4 años), y por otro lado, el gobierno optó por no escuchar la voz de los sindicatos a fin de evitar trabas en su reforma neoliberal. 
En este periodo, fue el SUTEP, el único sindicato que dio dura batalla a la dictadura fujimorista, pero también al terrorismo. Todos los sindicatos de la Av. Venezuela, la carretera Central y otros de la ciudad de Lima, conducidos o influenciados por Sendero Luminoso sencillamente desaparecieron.
Por otro lado, los gobernantes saben que un sindicato débil tiene poca capacidad de negociación, y con ese propósito abonan constantemente a dicha situación a través de restricción de permisos, anulación de cuotas de sindicación, desinterés para atender el pliego de reclamos y constante acción divisionista estimulando diálogos con instancias no pertinentes o mesas de trato directo paralelo. 
A saber, los países Escandinavos son los que mejor han apoyado a los sindicatos para el respeto de los derechos y la negociación colectiva con éxito a favor de sus trabajadores. Canadá, Brasil y Costa Rica son las que mejor tratan en el continente americano. Tenemos que saber que los sindicatos fuertes y con capacidad de negociación contribuyen al desarrollo de una empresa y el país. Un sindicato bien organizado garantiza que los agremiados se sientan protegidos con derechos respetados en un clima laboral adecuado. 
En el caso peruano, los gobiernos de turno no siempre han visto con buenos ojos a las organizaciones sindicales, en el sector educación echó mano a algunos sectores "radicales" para intentar dividir y socavar la unidad del sindicato. El 2002, el entonces ministro de educación Nicolás Linch soliviantó y apoyó para organizar un sindicato paralelo denominado "CONARE" con el objetivo de debilitar al SUTEP. El 2003, cuando el SUTEP inició una huelga nacional indefinida, al declarar el gobierno al país en emergencia, Meche Cabanillas del APRA protegió a Huaynalaya y a sus seguidores "radicales" que se apostaban en la Av. Abancay llevándoles alojar a la Casa del Pueblo. Los diarios capitalinos reportaron que Alan García les daba charla en su local. 
Si miramos la historia, las organizaciones políticas que organizan a los trabajadores en sindicatos son los partidos políticos de izquierda, los anarquistas y sectores socialdemócratas. La derecha no muestra interés. Entonces la mayoría de los sindicatos son dirigidas por sectores que cuestionan el modelo económico, en tanto la derecha y su gobierno tiene casi nula presencia en las organizaciones. por otro lado, toda organización sindical tiene conducción política y responden a las orientaciones políticas de dicha organización. 
Es preciso tener en cuenta que en toda organización sindical se mueven fuerzas diversos, desde los "radicales" con pliegos maximalistas, hasta otros amarillos o propatronales, pero las clasistas son las que mejor saben ubicarse en el contexto con proceso de renovación en la lucha.  
Asimismo, se nota que no hay voluntad de aprender de las buenas prácticas sindicales, se trastocan la correcta ejecutoria dejando de lado la experiencia. En esa línea de ideas, se necesita un proceso de reflexión profunda con el compromiso de los líderes para resolver las contradicciones internas de la organización, pero sin dejar de ser frontales con el violentismo, el anarquismo y el aventurerismo. Ese proceso tiene que ser sincero, con vocación y compromiso democrático.
sabemos que los sindicatos se mueven en el marco normativo, escuchemos a Rosa María Palacios cuando analiza la práctica sindical desde el ámbito del derecho, la actuación responsable y el desarrollo. No coincido con buena parte de lo vertido, tampoco una huelga es una movilización con banderitas blancas si nadie te escucha. Se ha hecho casi sentido común en el país, que se atiende solo cuando los trabajadores han hechos acciones extremas, de lo contrario solo son mecidas. http://larepublica.pe/…/1066097-sin-guion-rosa-maria-palaci…
Finalmente, un sindicato tiene que tener autorregulación y buenas prácticas. No olvidemos que la organización pone en juego su imagen y está condicionado al escrutinio de la población. Por tanto, sus medidas tienen que ser tomando en cuenta el derecho de los otros y evitando la confrontación innecesaria. La carpa blanca de los maestros de Argentina en los años '90 fue una verdadera movilización que sensibilizó al pueblo argentino por la educación, incluso los jugadores de la selección gaucha llegaron a firmar su apoyo al sindicato de los maestros apostados en la plaza pública, arrinconando así al gobierno de Menem y obligarlo a atender la demanda. Pongo este ejemplo para auscultar nuevas maneras de luchar sin maximizar o minimizar otras formas, como la huelga. 
La práctica de la lucha sindical tiene que ser responsable, inteligente, renovadora y unitaria. Comento un hecho que parece aislado pero importante para entender la dinámica huelguística, "la maestra Ingrid, vino hacer turismo a América el año 2013, llegó de Amsterdam a Buenos Aires y partió por tierra rumbo a las provincias del norte de Argentina, pasó por Paraguay, seguidamente arribó a Santa Cruz y La Paz en Bolivia, luego ingresó al Perú por desaguadero. En el trayecto de Puno a Juliaca se encontró con un bloqueo de la carretera por parte de los maestros huelguistas, me comenta ella que se sintió feliz por la lucha de los docentes, sin embargo, no comprendía por qué no les dejaban pasar. Eran cientos de carros varados con pasajeros pugnando avanzar y al otro lado maestros poniendo fuerza para que nadie cruce. Finalmente los pasajeros bajaron y se enfrentaron a los maestros liándose a golpes; el resultado, contusos en ambos lados y las ventanas de muchos buces rotos a pedradas, incluido el bus donde viajaba ella". Al comentarme por teléfono y luego reunido en un almuerzo en la ciudad de Lima, tuvo recelo contarme con la idea que yo compartía con esa práctica de los huelguistas. Al saber mi punto de vista y la ejecutoria del SUTEP, me dijo en confianza, que sintió vergüenza ajena por todo lo que decían los pasajeros de los maestros, incluso ella evitó contar a sus ocasionales compañeros de viaje, que era maestra. Paradójico, luego de varios días de viaje, sintió mucho más miedo al estar frente a los "maestros", y eso no es grato para alguien que viene del otro contexto socio económico, y con experiencia sindical.
En resumen, hay muchas razones para la indignación de los trabajadores, pero los hechos que comento son los que desprestigian la protesta social y sindical; por otro lado, hace falta que el gobierno implemente canales de comunicación y solución de los conflictos con mayor responsabilidad, oportunidad y apertura según sus instancias: nacional, regional o local, sindical o comunal. 
Por lo demás, hay mucho para el debate; pero es común en nuestro país - no debe serlo - pasado los estados de ánimo todo vuelve a la calma, y eso es la otra cara de la moneda. Lamentablemente no se aprende de las lecciones, el Estado ni los trabajadores.
Lima, 27 de julio 2017

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