UCHIZA MERECE OTRO DESTINO
¿A QUIÉN LE IMPORTA LA
EDUCACIÓN?
Heli Ocaña Alejo
El inicio del año escolar siempre genera estrés en los padres de
familia, porque son meses para escoger la Institución Educativa, garantizar la nada
finita lista de materiales que exige la escuela, tienen que adquirir el
uniforme escolar, organizar el tiempo para atender la travesía del hijo durante
el año lectivo, contar una movilidad segura, entre otros.
Los padres se rajan para cumplir con las exigencias de la
escuela, en un país cuyas leyes dicen que la educación es gratuita cuando lo
provee el Estado. Pero merece responder algunas preguntas básicas ¿el rol del
Estado en educación es la más adecuada? ¿qué roles cumplen las regiones y las
municipalidades? ¿la estructura orgánica y funcional del MINEDU es la más pertinente para monitorear bien el derecho a la enseñanza?
Una mirada panorámica nos muestra inocultables brechas socioculturales
y económicas del país que perjudican a los que menos tienen y a los pobladores de zonas
rurales, populares y fronteras, realidad que amerita que se tomen decisiones políticas
integrales para atender mejor a nuestra población escolar.
Unos días atrás recorrí parte de algunas regiones del país. Sin duda se
percibe la mejora de la interconexión vial, la construcción de puentes,
edificaciones, servicios básicos son importantes, se está electrificando a los pueblos más
alejados y la conectividad del internet y la telefonía van cubriendo zonas geográficas
cada vez más amplias y lejanas, lo que ayuda a la movilización y la comunicación más
permanente de la gente.
Algunas pequeñas obras públicas incluidas las privadas
son fuentes de ingreso temporal importante, no resuelven los problemas de la
pobreza, pero ayuda. La gente tiene ganas de crecer, el esfuerzo que ponen es
un capital importante para el desarrollo, pero necesitan estar organizado para
tener apoyo del Estado. Por otro lado, aparece el fantasma de la corrupción, un
mal endémico que arrasa con las ilusiones del pueblo; acompañado de impunidad y
desidia de las malas autoridades, la corrupción carcome el presupuesto público afectando directamente
a la población beneficiada, y el sector educación no es ajeno a este flagelo.
Y hablando del inicio del año escolar y corrupción, con profundo
malestar expreso mi preocupación relacionado a la infraestructura educativa de
la IE N° 0425 “CESAR VALLEJO” de Uchiza, región San Martín. El estado de su
infraestructura refleja la crisis del país y la educación, es evidente que nadie ha
puesto los reflectores al problema en su debido momento. La obra luce como escenario de guerra y sus
alumnos serán los más castigados por tercer año consecutivo.
Otrora ciudad atractiva por su gran movimiento económico, Uchiza
sufrió la maldición del cultivo de la coca, el terrorismo, la informalidad, el
contrabando y el narcotráfico; además, el fenómeno de El Niño de 1982 arrasó
con miles de vidas humanas, destruyó terrenos de cultivo y ganaderías. Esa
población que se debate por salir de la pobreza sufre ahora la desidia de un Estado
inoperante y centralista. El descuido es tanto, que sacrifica el futuro de la
población a pesar de tener grandes potencialidades - solo para recordar - en
Uchiza se ubica el cultivo de la palma aceitera más grande de la selva peruana,
su producción de aceite y sus derivados es incalculable. La empresa perteneciente
al grupo Romero, tiene una gran instalación industrial para procesar su materia
prima y hasta un aeropuerto privado para comerciar sus productos; sin
embargo, las carreteras del distrito es una de la peores de la zona, hasta hoy no
cuentan con el viejo sueño de tener el puente en el rio Huallaga a pesar de ser
Santa Lucía un puerto comercial importante por donde surcan cientos de pesados
camiones transportando diariamente la producción aceitera y productos de los campesinos; por otro lado, el valor
de los cultivos como el cacao, el arroz, el maíz, el plátano y otros, tienen
precios de remate, lo que des-estimula a la gente a la mayor producción para salir de la línea de la pobreza. El
Estado literalmente está ausente de la zona, la gente espera mayor inversión, pero no hay
luz en el túnel.
Volviendo a educación, el 2016 Uchiza fue beneficiado con un
proyecto de infraestructura escolar. Actualmente un cartel informativo de medio pelo, muestra la desgracia de la ejecución del proyecto.
Textualmente se lee lo siguiente:
"CONSTRUCCIÓN DE INFRAESTRUCTURA EDUCATIVA DE LA I.E. No
0425 CESAR VALLEJO, UCHIZA-TOCACHE-SAN MARTIN"
"Contrato: No 144-2016-MINEDU/VMGI- PRONIED. Plazo de
Ejecución: 360 días. Programa: Programa Nacional de Infraestructura Educativa.
Nombre del contratista: Consorcio Amazonas. Nombre del Supervisor: Consorcio
Supervisor Tocache. MONTO DE LA OBRA: 15 932 779.17 (No incluye IGV) Monto del
Supervisor 611 643.39 (No incluye IGV) Inversión Total: S/. 16 544
422.56".
El cartel es acompañado por una frase sugestiva que nos saca una
sonrisa: "MEJORAMIENTO DEL SERVICIO EDUCATIVO PARA EL FORTALECIMIENTO DE
CAPACIDADES DE APRENDIZAJE".
Está obra iniciada el 2016, incluyendo impuestos suma los 22
millones y medio, y se debe haberse concluido en setiembre del 2017, pero no será así; las
resoluciones que acompaña y la información de la vista nos muestran grandes
problemas de fondo que es ocioso detallar. A la fecha hay trabajadores impagos por más
de 4 y 5 meses de trabajo, lo que les ha obligado abandonar el proyecto y estarían por apropiarse de los materiales de la obra como parte de su pago. La situación actual
de la obra, de normalizarse su inicio, podría estar concluido a mediados o fin
de año. Es una obra promesa, pero la irresponsabilidad del contratista y la actuación solapada de la empresa supervisora han afectado el proyecto que sin duda iba a dar nuevos bríos a la comunidad educativa.
Frente a esta situación, ¿Qué ha hecho el MINEDU? ¿Qué ha hecho
la empresa supervisora? ¿Qué hacen los procuradores? ¿Qué papel cumplen los
fiscales? ¿Qué hacen las autoridades locales incluido el alcalde? ¿qué hace el
gobierno regional? En medio de esta crisis, más de 1000 alumnos están
condenados a seguir estudiando en estrechos módulos y aulas de madera, que por el
clima y el paso del tiempo ya están en franco deterioro. Instalados en el parque, condenados al
hacinamiento, el sol sofocante y carencia de servicios básicos decorosos por un
tiempo indefinido, los alumnos de esta parte del Perú no tendrán un buen inicio
del año lectivo 2018.
Uchiza merece otro destino, que la corrupción y la desidia no
destruya el futuro de nuestros estudiantes, el MINEDU tiene la primera
responsabilidad y ojalá el Ministro se de un paseito por esas tierras tan olvidadas.
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