Haciendo Magisterio

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miércoles, 14 de febrero de 2018

UCHIZA MERECE OTRO DESTINO 
¿A QUIÉN LE IMPORTA LA EDUCACIÓN?


Heli Ocaña Alejo

El inicio del año escolar siempre genera estrés en los padres de familia, porque son meses para escoger la Institución Educativa, garantizar la nada finita lista de materiales que exige la escuela, tienen que adquirir el uniforme escolar, organizar el tiempo para atender la travesía del hijo durante el año lectivo, contar una movilidad segura, entre otros. 

Los padres se rajan para cumplir con las exigencias de la escuela, en un país cuyas leyes dicen que la educación es gratuita cuando lo provee el Estado. Pero merece responder algunas preguntas básicas ¿el rol del Estado en educación es la más adecuada? ¿qué roles cumplen las regiones y las municipalidades? ¿la estructura orgánica y funcional del MINEDU es la más pertinente para monitorear bien el derecho a la enseñanza? Una mirada panorámica nos muestra inocultables brechas socioculturales y económicas del país que perjudican a los que menos tienen y a los pobladores de zonas rurales, populares y fronteras, realidad que amerita que se tomen decisiones políticas integrales para atender mejor a nuestra población escolar. 
Unos días atrás recorrí parte de algunas regiones del país. Sin duda se percibe la mejora de la interconexión vial, la construcción de puentes, edificaciones, servicios básicos son importantes, se está electrificando a los pueblos más alejados y la conectividad del internet y la telefonía van cubriendo zonas geográficas cada vez más amplias y lejanas, lo que ayuda a la movilización y la comunicación más permanente de la gente. 
Algunas pequeñas obras públicas incluidas las privadas son fuentes de ingreso temporal importante, no resuelven los problemas de la pobreza, pero ayuda. La gente tiene ganas de crecer, el esfuerzo que ponen es un capital importante para el desarrollo, pero necesitan estar organizado para tener apoyo del Estado. Por otro lado, aparece el fantasma de la corrupción, un mal endémico que arrasa con las ilusiones del pueblo; acompañado de impunidad y desidia de las malas autoridades, la corrupción carcome el presupuesto público afectando directamente a la población beneficiada, y el sector educación no es ajeno a este flagelo. 
Y hablando del inicio del año escolar y corrupción, con profundo malestar expreso mi preocupación relacionado a la infraestructura educativa de la IE N° 0425 “CESAR VALLEJO” de Uchiza, región San Martín. El estado de su infraestructura refleja la crisis del país y la educación, es evidente que nadie ha puesto los reflectores al problema en su debido momento. La obra luce como escenario de guerra y sus alumnos serán los más castigados por tercer año consecutivo.


Otrora ciudad atractiva por su gran movimiento económico, Uchiza sufrió la maldición del cultivo de la coca, el terrorismo, la informalidad, el contrabando y el narcotráfico; además, el fenómeno de El Niño de 1982 arrasó con miles de vidas humanas, destruyó terrenos de cultivo y ganaderías. Esa población que se debate por salir de la pobreza sufre ahora la desidia de un Estado inoperante y centralista. El descuido es tanto, que sacrifica el futuro de la población a pesar de tener grandes potencialidades - solo para recordar - en Uchiza se ubica el cultivo de la palma aceitera más grande de la selva peruana, su producción de aceite y sus derivados es incalculable. La empresa perteneciente al grupo Romero, tiene una gran instalación industrial para procesar su materia prima y hasta un aeropuerto privado para comerciar sus productos; sin embargo, las carreteras del distrito es una de la peores de la zona, hasta hoy no cuentan con el viejo sueño de tener el puente en el rio Huallaga a pesar de ser Santa Lucía un puerto comercial importante por donde surcan cientos de pesados camiones transportando diariamente la producción aceitera y productos de los campesinos; por otro lado, el valor de los cultivos como el cacao, el arroz, el maíz, el plátano y otros, tienen precios de remate, lo que des-estimula a la gente a la mayor producción para salir de la línea de la pobreza. El Estado literalmente está ausente de la zona, la gente espera mayor inversión, pero no hay luz en el túnel.
Volviendo a educación, el 2016 Uchiza fue beneficiado con un proyecto de infraestructura escolar. Actualmente un cartel informativo de medio pelo, muestra la desgracia de la ejecución del proyecto. Textualmente se lee lo siguiente:

"CONSTRUCCIÓN DE INFRAESTRUCTURA EDUCATIVA DE LA I.E. No 0425 CESAR VALLEJO, UCHIZA-TOCACHE-SAN MARTIN"
"Contrato: No 144-2016-MINEDU/VMGI- PRONIED. Plazo de Ejecución: 360 días. Programa: Programa Nacional de Infraestructura Educativa. Nombre del contratista: Consorcio Amazonas. Nombre del Supervisor: Consorcio Supervisor Tocache. MONTO DE LA OBRA: 15 932 779.17 (No incluye IGV) Monto del Supervisor 611 643.39 (No incluye IGV) Inversión Total: S/. 16 544 422.56".
El cartel es acompañado por una frase sugestiva que nos saca una sonrisa: "MEJORAMIENTO DEL SERVICIO EDUCATIVO PARA EL FORTALECIMIENTO DE CAPACIDADES DE APRENDIZAJE".
Está obra iniciada el 2016, incluyendo impuestos suma los 22 millones y medio, y se debe haberse concluido en setiembre del 2017, pero no será así; las resoluciones que acompaña y la información de la vista nos muestran grandes problemas de fondo que es ocioso detallar. A la fecha hay trabajadores impagos por más de 4 y 5 meses de trabajo, lo que les ha obligado abandonar el proyecto y estarían por apropiarse de los materiales de la obra como parte de su pago. La situación actual de la obra, de normalizarse su inicio, podría estar concluido a mediados o fin de año. Es una obra promesa, pero la irresponsabilidad del contratista y la actuación solapada de la empresa supervisora han afectado el proyecto que sin duda iba a dar nuevos bríos a la comunidad educativa.

Frente a esta situación, ¿Qué ha hecho el MINEDU? ¿Qué ha hecho la empresa supervisora? ¿Qué hacen los procuradores? ¿Qué papel cumplen los fiscales? ¿Qué hacen las autoridades locales incluido el alcalde? ¿qué hace el gobierno regional? En medio de esta crisis, más de 1000 alumnos están condenados a seguir estudiando en estrechos módulos y aulas de madera, que por el clima y el paso del tiempo ya están en franco deterioro.  Instalados en el parque, condenados al hacinamiento, el sol sofocante y carencia de servicios básicos decorosos por un tiempo indefinido, los alumnos de esta parte del Perú no tendrán un buen inicio del año lectivo 2018.
Uchiza merece otro destino, que la corrupción y la desidia no destruya el futuro de nuestros estudiantes, el MINEDU tiene la primera responsabilidad y ojalá el Ministro se de un paseito por esas tierras tan olvidadas.

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